Caminando en improbable compañía, lejanos a las casualidades y en contra de la mesura de los tibios e indecisos; con consciencia de causa, con las mochilas cargadas de experiencias y aprendizajes y con la mirada puesta en nuevas fronteras de lo físico y lo etéreo, lo emocional y lo intelectual. Vamos, construyamos nubes decoradas con las palabras susurradas antes de dormir y los abrazos al despertar.

A.